Retrato al carbón del gato de Schrödinger

2022

Gesto artístico


Luis Manuel Otero Alcántara lleva más de un año preso. Dicho así tal parece que preso indica un lugar, unas restricciones, una serie de leyes nuevas. Y sí, también. Pero preso a veces es sólo un espacio de pocos metros. Preso, a veces, es el apabullante paso del tiempo que afuera podía irse rápido y hasta no percibirse, y ahora es como un bloque al cuello. Preso es la precariedad de la experiencia justamente porque se da en condiciones tan especiales que convierte todo lo que toca en extremo.

Desde esa precariedad Luis Manuel insiste en tomárselo todo muy en serio. Al final él sólo quería ser libre y amenazan con destruir su vida y afectar su mente. Él está en guerra. Y a la vez está en paz. Un artista en condiciones así se vuelve más artista, que en este caso es volverse más humano, llegar incluso a saborear obsesivamente cada soplo de humanidad, para luego sacar eso fuera como escándalo; porque además de sobrevivir, un preso necesita no ser olvidado. Lo que lo humaniza adentro, lo excepcionaliza fuera. 

En esa excepcionalidad Luis construye una nueva obra de “vender el tiempo”. Cada día preso tiene un precio (48 USD). Cada día preso es diferente. Cada día preso lo recubre de un tiempo que tal vez deba purgar durante toda su vida. Como si se quitara capas de vida o de muerte, que al final es tiempo que ya se fue.

En 1935 el austriaco Erwin Schrödinger lanzó al mundo lo que hoy se conoce como la paradoja del Gato Schödinger. Versiones frívolas del experimento se centran en saber qué le pasó finalmente al gato, si estaba muerto o vivo al abrir la caja. Remedos ad hoc de la eterna obsesión de cuál es la verdad, pasada por la mirada humana. En realidad, lo más útil de la paradoja es reconocer que hay dos sistemas que tienen sus propias leyes y donde un mismo acontecimiento o proceso existe y se interpreta de manera diferente. En el sistema cuántico (el adentro ideal de la caja) el gato está muerto y vivo a la vez. En el sistema clásico (fuera de la caja, el mundo “real”) el gato sólo puede estar vivo o muerto. 

La definición pensada como un único estado no es absoluta. Llega de la mano del paso del sistema cuántico al clásico y se denomina descoherencia. 

Nuestras certezas respecto a lo que pasó con el gato, son descoherencia. Nuestras certezas sobre lo que pasa con Luis Manuel preso, son descoherencia. 

Al final no se tocan.

La diferencia es que el gato de Schrödinger es lenguaje mientras Luis es un cuerpo ¿O quizás ya no sólo?

Una cosa está clara: el tiempo que compres será el tiempo de Luis, solo porque él quiso declararlo así.

*Obra realizada desde la prision de máxima seguridad de Guanajay, Artemisa, Cuba.

Julio 2021

  • Pedro perez

  • Disponible

  • Nueva obra desde la prisión de Guanajay en Cuba

    El artista Luis Manuel Otero Alcántara ha producido un nuevo gesto artístico desde la Prisión de Máxima Seguridad de Guanajay en Cuba. La obra se titula "Retrato al carbón del gato de Schrödinger" y se hará pública a través de una conferencia de prensa emitida desde la página oficial de Facebook del artista, este miércoles 14 de septiembre a las 11:00 pm (hora de Cuba) que será moderada por las curadoras de arte Yanelis Núñez y Claudia Genlui.

  • Conferencia de prensa

    El gesto reflexivo a través del cual Luis Manuel Otero Alcántara nos hace cuestionarnos su sacrificio individual desde el 11 de julio de 2021, coloca su postura de resistencia, su vida misma como una obra de arte. Una vez más el ser humano se funde con el artista. No hay límites. Asimismo, invita a todos los interesados a acompañarlo en esta obra.

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