Janet Batet: ¿Quién le teme a Luis Manuel Otero Alcántara?
Por Janet Batet
Uno de los aspectos más interesantes del caso Luis Manuel Otero Alcántara es que pone en evidencia las lógicas inmanentes de exclusión y segregación del aparato de Estado cubano. La especialización, en tanto artista, es uno de los tantos raseros tangibles que como táctica de decantación pone al uso la policía política. El gran estado benefactor puede darte acceso a ese espacio basado en «cualidades excepcionales» establecidas también por ese mismo aparato de Estado pero, detentor al fin de los derechos del individuo, este se reserva la prerrogativa última de hacerte existir o no dentro del sistema y sus respectivos campos de acción (uno de ellos, la esfera del arte). Esta práctica sistemática de inclusión-exclusión, premio-castigo, se ejerce a diario como una de las herramientas más perversas para el control ciudadano, que en la mayoría de los casos actúa de manera preventiva y silenciosa a través del miedo a la exclusión y el ostracismo que se traduce en autocensura.